Cuando el árbitro del compromiso entre Chepo y Chorrillo, Víctor Ríos, pitó el final del tiempo reglamentario, que decretó la paridad (2-2), al parecer, los jugadores del conjunto amarillo no soportaron ver que el triunfo se les escapó como arena entre sus dedos y desahogaron su frustración entre ellos mismos.
El meta y capitán del Chorrillo, Junior Torres, agredió a su compañero Rigoberto Esquivel y se fueron a los golpes. El resto de los jugadores chorrilleros tuvieron que interceder y poner un alto al pleito.