Serena Williams no puede ser frenada, ni siquiera cuando se topa con un muro. Exhausta, la estadounidense se las arregló para vencer ayer a Jelena Jankovic 6-4, 2-6, 6-4 y se enfrentará a la china Li Na en la final del Campeonato de la WTA.
Williams estuvo visiblemente incómoda a lo largo del partido. Se desplazó lentamente por la cancha y se cubrió el rostro con una toalla en los cambios.
Anoche (viernes) estaba en mi hotel, acostada, y sentí que estaba al límite, dijo la estadounidense.