- Canó logró el quinto contrato que supera los 200 millones en las Grandes Ligas.
Robinson Canó parecía ser el próximo pelotero que usaría el uniforme a rayas de los Yanquis durante toda su carrera, con todo listo para seguir los pasos de mentores como Derek Jeter, Jorge Posada y Mariano Rivera.
Y entonces, los Marineros de Seattle lo deslumbraron con una oferta que garantizaba el futuro de su carrera y su seguridad financiera de una manera que Nueva York nunca estuvo cerca de igualar.
Yo estaba buscando un contrato con el que simplemente pudiera jugar y concentrarme en el juego y no estar preguntándome si tendría trabajo a los 37 o 38 años. ¿Podré jugar?, dijo Canó. En Seattle tengo la oportunidad. ¿Voy a seguir trabajando duro? Sí. ¿Aún más duro? Sí. Voy a dar lo mejor de mí y jugar de la misma manera que estaba jugando en Nueva York. Voy a salir y hacer lo mío y ganar partidos.
El intermedista dominicano nunca dejó de sonreír el jueves mientras lo presentaban como el estelar segunda base de los Marineros. Tenía 240 millones de razones para sonreír después de firmar un acuerdo que igualó el cuarto más grande en la historia del béisbol. Ahora cuenta con seguridad para las próximas 10 temporadas en las Grandes Ligas a sabiendas de que a sus 31 años probablemente nunca pasará por el proceso de tener que buscar otro contacto.