- Desde diciembre de 2010, Sinaproc había comunicado que las viviendas no se ocupasen.
Una crítica situación están viviendo alrededor de diez familias residentes en la barriada Altos de Nuevo Arraiján, ya que sus viviendas, que habitan desde hace diez años, presentan tal deterioro, que temen que un día colapsen totalmente y queden sumergidas en la tierra donde fueron erigidas.
La denuncia la presentó ante el pleno del Consejo Municipal de Arraiján el representante Alberto Díaz, del corregimiento Juan Demóstenes Arosemena, quien solicitó una inspección urgente al área, a fin de determinar la magnitud de los daños, las medidas de mitigación que puedan aplicarse si son pertinentes, así como la responsabilidad que cabe a Econoplade, empresa que construyó las casas.
María Flores, una de las afectadas, manifestó que lo peor de todo es que no ha habido forma de que les suspendan los pagos que tienen que hacer mensualmente por unas casas que originalmente les fueron vendidas con precios por encima de los 40,000 dólares, pero que en este momento no valen un real, debido a que nadie se atreve a invertir en reparaciones, porque sería botar la plata.
Por su parte, Edmundo García fue más crudo en su planteamiento e indicó que tratan de estar lo menos posible en sus casas, porque tienen el temor de que estas se conviertan en sus tumbas y queden sepultados todos de un momento a otro. Advierte que lo peor está por venir cuando lleguen las lluvias.
Las familias afectadas señalaron que esperan con la visita del ingeniero municipal Marcos Peñaranda que haya un pronunciamiento de las autoridades y se llame a la inmobiliaria, aun cuando haya dejado de operar, y les den una respuesta que les permita mudarse a un sitio más seguro.