Ciudad de Panamá, martes 16 de septiembre de 2014. Histórico. Así han denominado científicos panameños y extranjeros el reciente descubrimiento en el Parque Nacional Coiba que muestran la densidad más alta de tortuga Carey en el área marina protegida, reconocida como Sitio Patrimonio Natural de la Humanidad.
Según explica, Eric E. Flores, Jefe del Departamento de Biodiversidad y Vida Silvestre de la ANAM, la tortuga Carey (Eretmochelys imbricata) es una de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo y habita los océanos Atlántico, Pacífico e Índico y que hace tan sólo seis (6) años se pensaba que la Carey ya se había extinguido de la costa del Pacifico Latinoamericano. Pero hoy, asegura Flores, puede afirmar con regocijo que descubrimientos recientes han mejorado esta perspectiva, aunque sigue siendo una de las poblaciones de tortugas marinas más amenazadas del planeta y se estima menos de 500 hembras anidantes en todo el Pacifico Oriental desde México hasta Perú.
El funcionario de Biodiversidad y Vida Silvestre de la ANAMd destacó que esta situación alarmante ha llamado la atención de científicos líderes de varios países, quienes han visto la necesidad de encontrar sitios de reproducción y alimentación como una medida fundamental para la recuperación y conservación de esta población críticamente amenazada del Pacífico Oriental. Después de una investigación preliminar en el archipiélago de Las Perlas en julio de 2013, donde se encontró un individuo de Carey, que se logró equipar con un transmisor satelital para dar seguimiento a sus movimientos, se decidió seguir buscando un sitio con mayor presencia de la especie en Panamá, expresó.
Es así como un grupo de científicos de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la Red Iniciativa Carey del Pacífico Oriental (ICAPO), el Campamento Tortuguero Eco Mayto A.C. de México, la Autoridad Nacional de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) y de la ANAM con apoyo del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN) iniciaron la indagación en el Parque Nacional Coiba, el parque marino más grande de Panamá. Isla Coiba, también alberga las mayores extensiones de arrecifes coralinos en todo el Pacifico oriental y por tanto, se piensa que es uno de los hábitats favoritos de la Carey.
El equipo científico entró a Isla Coiba el viernes 5 de septiembre para iniciar sus investigaciones. Tras una revisión rápida en el islote Granito de Oro, la gran sorpresa para todos, fue que se logró la captura de 10 tortugas Carey en un poco más de una hora. La primera tortuga fue capturada por Narciso Bastidas, conocido como Mali-Mali, Guardaparque del Parque Nacional Coiba y una figura legendaria que forma parte de la fascinante historia de Isla Coiba, dijo Flores.
Se llama Granito de Oro, pero también ahora se le puede llamar Carey, dijo Bastidas con una gran sonrisa. Después de tomar los datos sobre las tortugas y devolverlas al mar, el equipo volvió a las instalaciones del parque, pensando que la expedición no podría sobre pasar los éxitos del primer día. Lo que encontraron durante los próximos 3 días sobrepasó sus expectativas más optimistas, con la observación de aproximadamente 100 tortugas Carey distribuidas en varios arrecifes de la isla.
Esta ha sido una expedición histórica en Panamá y para la conservación de la tortuga Carey, dice Alexander Gaos, director ejecutivo de la Red ICAPO (www.redicapo.org), organización cuyo objetivo es generar conocimiento dirigido a salvar la Carey en esta región del mundo. Con la identificación del Parque Nacional Coiba como la cuna de la Carey en el Pacífico Oriental, tenemos una nueva esperanza para la recuperación de la especie.
El equipo también logró equipar una tortuga carey, bautizada con el nombre de Mali-Mali, con un trasmisor satelital que permitirá monitorear su desplazamiento por el mar (ver el vínculo al final de la página para seguir los movimientos de la tortuga por internet). Esta tecnología nos permite conocer los movimientos, rutas migratorias y uso de hábitat de la tortuga Carey, información clave para la implementación de estrategias de conservación y manejo efectivos de esta especie en peligro crítico de extinción, destaca el Dr. Jeffrey Seminoff, líder del Programa de Ecología de Tortugas Marinas de la NOAA.
Este trabajo colaborativo para entender y conservar a la tortuga carey en Panamá tiene implicaciones para toda la región del Pacífico Oriental, resaltó el biólogo Israel Llamas, fundador del Campamento Eco Mayto A.C. en México, donde también se ha detectado la presencia de la tortuga Carey, pero en cantidades menores. Hoy el Parque Nacional Coiba alberga el sitio de forrajeo con la densidad más alta de tortuga Carey en toda la región.
Además de estos descubrimientos innovadores, el equipo también realizó un recorrido sobre playa Río Amarillo, de unos 700 metros de longitud, donde se registró un total de 72 rastros de tortugas que habían salido a anidar durante las semanas anteriores. Aproximadamente el 95% de rastros pertenecían a tortugas Verdes (Chelonia mydas) y el otro 5% a tortugas Golfina (Lepidochelys olivacea).
Aun no se sabe los niveles potenciales de anidación para la tortuga carey ya que estamos fuera de su época, pero es posible que sea significativo. Los índices documentados tan solo durante un recorrido son impresionantes y, aún más considerando que sólo se visitó una de las muchas playas que rodean el parque.
Esta colaboración entre científicos y organizaciones regionales representa un hecho histórico para el Parque Nacional Coiba y por ende, para el país, pues permitirán determinar cuáles son las mejores decisiones y los pasos a seguir para proteger y conservar esta especie; puntualiza Marino E. Abrego, biólogo de la ARAP y delegado de Panamá ante el Comité Científico de la Convención Interamericana para la Protección y Conservación de las Tortugas Marinas (CIT).
En un futuro cercano sería importante establecer un programa de monitoreo de las tortugas marinas en el Parque Nacional Coiba y así clarificar su importancia para la anidación y alimentación de las cuatro especies de tortugas marinas que habitan la región, destaca el jefe del Departamento de Biodiversidad y Vida Silvestre de la ANAM. Agrega el funcionario que los resultados históricos de esta investigación preliminar nos da un pie fuerte sobre cómo podemos proceder hacia el futuro.
La expedición también contó con la participación del Bernardo Peña a cargo del Departamento de Biodiversidad y Vida Silvestre de la Administración Regional de ANAM en Veraguas, así como de Luis Ortiz y Víctor Taborda, buzos colaboradores del Servicio Nacional Aeronaval (SENAN).
Acompañe el viaje de Mali-Mali entrando a la página web:
http://www.seaturtle.org/tracking/index.shtml?project_id=791&dyn=1375199979