Hace poco, Rihanna gastó 22 millones de dólares para reformar su lujosa mansión en villa One Sandy Lane, pero parece que no fue suficiente. Ahora quiere invertir 9.6 millones más para la construcción de una habitación destinada única y exclusivamente al sexo.
Rihanna quiere tener una sala para llevar a cabo sus fiestas más pervertidas, confesó una fuente a la revista Grazia.