Esto lo demostraron el pasado fin de semana en las Olimpiadas de Física, realizadas en la sede de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) de Penonomé, Coclé.
Uno de los más talentosos es José Teng, de 16 años, ya que además de la Física, es un maestro del Haidong Gumdo (arte marcial de la espada coreana).
El año pasado, participó en el Mundial de esta especialidad en Corea del Sur, ganando la medalla de oro en la categoría de cinturones de colores para adolescentes.
Por si fuera poco, está en el conjunto típico y en la banda de música de su escuela, donde toca el saxofón alto. También es repostero y pastillero, oficio que aprendió cuando tomó unos cursos mientras estuvo visitando a su hermana en Argentina. Aunque parezca imposible, es miembro de un grupo de baile llamado Numen.
Para este joven no hay nada imposible, ya que todo es cuestión de organizarse y darle las gracias a Dios.
Otro que brilló fue Harold Bravo, de 15 años, quien ocupó el cargo de alcalde infantil de Arraiján por dos años consecutivos, cuando estudiaba en el Centro Bilingüe de Vista Alegre.
Ahora que está en el Instituto Episcopal San Cristóbal sigue repuntando por su inteligencia, ya que obtuvo la medalla de oro en las Olimpiadas de Física para estudiantes de décimo grado.
Además de la Física, le gusta la música, leer y conversar con sus amigos, a los que no duda en ayudar con las materias científicas. Todo lo que es, se lo debe a sus padres, quienes le han dado la confianza, por eso les cuenta todo lo que le pasa en su vida.
El tercero y no menos importante es André Restrepo, de 16 años, quien se llevó una mención honorífica en las Olimpiadas de Física.
Para sus tutores, los profesores Roosvelia Tuñón y Julio Mendoza, estos son chicos normales como cualquier joven a los que se les propuso un reto y lo asumieron.
Manifestaron que no hay nada que un estudiante no pueda lograr si se lo propone y está interesado en alcanzar el éxito. Para el próximo año se preparan con más ahínco para acaparar más medallas.