DÍAaDÍA realizó un recorrido por diferentes panaderías y se pudo percatar de que ya todos estos establecimientos tienen las pesas para dar inicio a este nuevo sistema.
La nueva disposición de comercializar el pan permite que el pan artesanal (michita, moña, flauta, bolita y viril), y todo aquel que sea elaborado sin preservantes, se comercialice por peso.
Durante ese recorrido se pudo comprobar que existe una desinformación por parte de los consumidores, ya que ellos piensan que, al pesarlo, el precio se disparará.
Al tratar de conocer el costo real de la libra de pan, Edilma López, jefa del Departamento de Metrología de la Autoridad del Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco), dijo que esto estará como cualquier otro producto; es decir, a la libre oferta y demanda. Agregó que serán los propios dueños de panaderías los que mediante los costos de producción determinen el precio por libra.
Según Geovany Flecher, del Instituto Panameño de Derecho del Consumidor, esta era una alternativa que ellos habían solicitado desde hace mucho tiempo, y que ahora le tocará a cada consumidor aprender a comprar, ya que actualmente el consumidor compra sin saber si es de calidad. Ahora tendrá que darse cuenta del peso y la calidad del producto.
De acuerdo con Gabriel Pereira, gerente de la Panadería tía Mamy, en su negocio se está estudiando la fórmula para crear el costo de la libra sin afectar el bolsillo del consumidor.
Otro de los interesados es Justiniano Díaz, dueño de la Panadería Rico Pan, quien ya compró las pesas para su negocio, pero le preocupa que a los consumidores no les gusta que les pesen el pan. Enfatizó que, cuando ellos han hecho pruebas de ventas, son los mismos consumidores los que le piden que les vendan el pan de manera común, razón por la cual ya él expuso esta inquietud a la Acodeco en donde le dijeron que esta norma tiene que cumplirse, así no les guste a los consumidores.