Según explicó un estudiante, en las noches, es cuando se agrava el problema, pues hay una luminaria que no sirve y eso se presta para que los maleantes se escondan con más facilidad y sorprendan a las personas.
"Lo más triste es que nosotros ni siquiera andamos con plata, pero aún así nos roban. Si acaso tenemos el pasaje en el bolsillo", aseguró otro.
Ante esto, DÍAaDÍA conversó con el profesor Luis Peralta, director regional de Educación de San Miguelito, quien informó que el año pasado se hizo un acuerdo con la Policía de Menores para reforzar la seguridad en el área. Sin embargo, se volverá a conversar para tomar cartas en el asunto.