A esto hay que sumarle las constantes quejas de los usuarios de que el acondicionador de aire no enfría. Para rematar, en la puerta trasera el aire gotea, lo que da la impresión que lloviera dentro del bus.
Ante estas denuncias, el equipo de DÍAaDÍA se tomó la tarea de observar a los metrobuses y en la Plaza 5 de Mayo detectó que muchos están golpeados y rayados en los costados de la carrocería. También tienen rotas las defensas delanteras y muchos [generalmente] están sucios.
Pero, los usuarios tampoco ponen de su parte, ya que rayan los asientos y se están hurtando los martillos para romper las ventanas en caso de emergencia. Otra observación es que hay usuarios que no les ceden los puestos a las personas con discapacidad, a los adultos mayores y a las embarazadas.