Y es que desde hace más de un año, esta escuela no tiene celadores que velen por la seguridad del plantel, de hecho, en el gimnasio se ven los huecos en los alambres de ciclón, los que abren los maleantes para robarse los equipos.
Cochinos
Lo peor de todo es que los educadores han visto excremento en el gimnasio. Los grifos también fueron hurtados y, para colmo de males, a falta de aseadoras, los alumnos y docentes tienen que limpiar los salones. Cerca de la entrada hay un charco lleno de gusarapos que podría ser causal de una epidemia.
Por estos motivos, ayer los menores de edad, en conjunto con sus maestros, hicieron un piqueteo para llamar la atención de las autoridades. Esperan respuestas del Ministerio de Educación.