Los más de 30 millones de argentinos convocados para votar en las legislativas de mañana iniciaron un periodo de reflexión en el que se prohíbe la propaganda y la difusión de encuestas sobre los resultados de unas elecciones que dibujarán el nuevo mapa político del país.
Desde ayer ha quedado prohibido realizar actos proselitistas, difundir avisos de campaña de los candidatos por los medios de radiodifusión y publicar encuestas electorales en los medios gráficos.
Fuera de esta veda han quedado las redes sociales, pues no están alcanzadas por las regulaciones electorales de Argentina.
Así, varios candidatos a ocupar bancas en el Senado o en la Cámara de Diputados han aprovechado este vacío legal para pedir apoyo a los votantes a través de Twitter y Facebook.
Un total de 30,530,323 personas están llamadas a votar, en 90,690 mesas.