El Tribunal Correccional de Marsella, en el sureste de Francia, condenó a cuatro años de cárcel a Jean-Claude Mas, fundador de la empresa PIP que inventó y fabricó unos implantes mamarios fraudulentos, que afectaron a más de 5,000 pacientes en Francia y 80,000 en el mundo.
El acusado fue condenado, además de indemnizar a las víctimas, a pagar una multa de 75,000 euros ($103,220), frente a los 100,000 (137,627) reclamados, y a la prohibición de ejercer una profesión en el terreno sanitario o médico.