El acuerdo secreto Five Eyes (Cinco Ojos), en virtud del cual las cinco potencias anglófonas comparten información de inteligencia y no se espían entre ellas, podría ser extendido o replicado para apaciguar a los aliados europeos escandalizados por las revelaciones del espionaje estadounidense.
El último en sugerir esta vía en EE.UU. ha sido una autoridad en la materia, el diplomático John Negroponte.