La región de Nueva York, en EE.UU., se recupera lentamente del paso arrasador del huracán Sandy, del que mañana se cumple un año, aunque las heridas y las cicatrices siguen siendo muy visibles en las zonas costeras de la ciudad.
Mientras la isla de Manhattan recuperó la normalidad hace tiempo, cientos de familias siguen sin hogar en las áreas costeras más expuestas, donde cientos de viviendas siguen sin ser reconstruidas o se han convertido en solares llenos de escombros.
Para hoy está prevista la reapertura parcial del museo de la Isla de Ellis, que guarda los documentos sobre la llegada de decenas de millones de inmigrantes al país y cuyos edificios aún no han sido totalmente rehabilitados, mientras que la vecina isla de la Libertad, reabierta en julio, sigue en obras.
Sandy llegó con vientos huracanados y fuertes lluvias que, combinadas con la marea alta, causaron gravísimas inundaciones.