No es necesario que el árbitro panameño Rolando Vidal lleve en su bolsillo una foto de su madre, Maritza Arosemena de Vidal, para recordarla, porque en cada partido alguien la menciona desde las gradas, mediante un popular insulto.
Esta es una situación que no aprueba la señora Maritza, quien no ve con buenos ojos que la "mentada de madre" en las tribunas forme parte y empañe el espectáculo futbolístico.