Temerosos al no saber qué les esperaba una vez dentro del cuarto hospitalario en su intervención quirúrgica, pero a la vez felices porque acabaría el sufrimiento, se encontraban 20 pacientes del Plan de Optimización de Cirugías Cero en un hotel de la localidad.
Marielka Rangel, de 44 años, pronto entraría al salón de operaciones, pues se le iba a practicar una histerectomía cirugía para extirpar el útero matriz de una mujer a consecuencia de unos fibromas que lleva consigo dos años.