Esta vez no hubo milagro. Hubo "catenaccio".
Con otra demostración de fútbol defensivo y temple, la Juventus empató ayer sin goles en cancha del Barcelona y selló su boleto a las semifinales de la Liga de Campeones por global de 3-0 en la eliminatoria de cuartos de final, vengando la final perdida dos años atrás ante los azulgranas y dando un paso más en su afán por reconquistar el trono europeo.





