Muchos reciben el Año Nuevo con alegría otros no lo celebran y lo ven como un día cualquiera, pero hay una pequeña minoría que viven en luto e infelicidad.
Unos porque han perdido a un familiar pocos días antes de estos festejos o llevan un luto externo que no es tan fácil de borrar, mientras que en otra esquina están esas personas divorciadas, quienes no consiguen todavía a esa persona especial.





