Desde hace ocho años, en los tribunales de justicia de Kansas City, en Estados Unidos, reposa el expediente del proceso llevado sobre la tragedia del bus 8B-06 del 23 de octubre de 2006.
Un pleito un tanto costoso, que tal vez si no fuese por la buena voluntad de una firma de abogados estadounidense, familiares de las víctimas y sobrevivientes del incendio no hubieran tenido representación legal para exigir justicia por lo acontecido en este transporte de la ruta Corredor Norte-Mano de Piedra; allí fallecieron calcinadas 18 personas.