Si hay una barra que mete presión y no deja de animar a los suyos durante los 90 minutos de partido en el fútbol local, esa es la barra del Plaza Amador.
Con sus cánticos folclóricos han dado, a través de los años, ese toque especial que se necesita en las gradas para poder disfrutar a lo grande un juego en el balompié panameño.