Desde hace un par de meses, la tranquilidad de Manchester, una urbe de poco más de 500 mil habitantes, se ha visto alterada por la llegada de "Pep" Guardiola y José Mourinho a los banquillos de City y United, respectivamente.
Esta ciudad norteña, conocida por su poco acogedor clima y por su excelso gusto musical -cuna de míticos grupos como The Smiths, The Stone Roses u Oasis-, ha pasado, de la noche a la mañana, a convertirse en el centro del balompié mundial.