Suecia elevó ayer el listón de historia futbolística al clasificarse por primera vez a la final del fútbol femenino de los Juegos Olímpicos con un golpe maestro que podría llamarse "Maracanazo", pues la víctima fue la selección brasileña en una tanda de penaltis que perdieron por 4-3.
Las brasileñas luchaban por el acceso a la final en busca de una medalla de oro que les resulta esquiva. Tendrán que conformarse con la lucha por el bronce el viernes frente a Canadá, que cayó 2-0 ante Alemania, la otra finalista.