Los jugadores de la selección brasileña de fútbol disfrutan ayer en Orlando (EE.UU.) de un día libre, después del largo viaje desde California, donde disputaron ante Ecuador su primer partido de la Copa América Centenario.
A la conclusión del partido, en el que Brasil y Ecuador empataron sin goles, la Canarinha se dirigió al aeropuerto, desde donde cruzaron el país en un vuelo nocturno para llegar a primera hora del día de ayer a Orlando.