Panamá volvió a vibrar de emoción. La adrenalina corrió por las venas en cada uno de los amantes de la velocidad, luego de que los motores rugieron el pasado domingo en La Chorrera, en el marco de la primera carrera del nuevo Circuito Internacional de Panamá CIP.
Lo que se vivió fue una verdadera fiesta. Las gradas se llenaron en su totalidad. Había fanáticos por todos lados y no era para menos porque habían esperado cinco años para volver a escuchar el rugir alegre de los motores.





