Vestido con su armadura de receptor, el prospecto panameño Juan Diego Crisp sale como todo un guerrero al diamante para luchar por el sueño de convertirse en un pelotero profesional.
Esto ha llevado a Crisp a realizar grandes sacrificios, pese a su corta edad, 16 años, como viajar a Miami, Florida, Estados Unidos, para continuar con su desarrollo como jugador.





