El papa Francisco lamentó ayer que muchos inmigrantes y refugiados encuentren "muy a menudo en su camino la muerte o, en todo caso, el rechazo de quienes podrían ofrecerles hospitalidad y ayuda", durante su mensaje de Pascua tras la misa del Domingo de Resurrección.
Francisco abogó por la acogida a estas personas que "buscan un futuro mejor".
"Son una muchedumbre cada vez más grande de emigrantes y refugiados que huyen de la guerra y la injusticia", dijo. EFE