Al menos 69 personas murieron y 290 resultaron heridas, muchas de ellas mujeres y niños, en un atentado suicida en un popular parque de la ciudad oriental paquistaní de Lahore.
El ataque, el peor desde el asalto talibán a la escuela de Peshawar (norte del país) en el que murieron 125 alumnos en 2014, sacudió Pakistán en un momento de cierto optimismo por la reducción de la violencia a raíz de una operación militar en las zonas tribales.