En el 2009, Alfredo Castillo asistió por primera vez al encuentro de jóvenes "Solo para Atrevidos", que organiza la parroquia Inmaculada Concepción de La Chorrera.
Esa vez mordió el anzuelo. La razón que lo llevó a este encuentro fue por recibir una calificación mientras cursaba estudios en el Instituto Profesional y Técnico de La Chorrera (IPTCH).
Ahora se ríe y sabe que recibió más que una nota. Su experiencia la resume así: "Fue un encuentro que me cambió la vida".





