Mírame y no me toques entre los abogados
¡Ay, papa lindo!, que la cosa de los abogados está de mírame y no me toques. Imagínate que me contaron que la cosa está tan pero tan violenta que incluso en uno de los grandes bufetes hasta ya sellaron donde se meten los USB para que nadie pueda sacar nada de nada. ¡Plof!





