La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, enfrenta en esta semana una verdadera prueba de fuego, con dos votaciones decisivas, en sus esfuerzos para impedir que el Congreso le abra un juicio político con fines destituyentes.
El Gobierno y la oposición siguieron este domingo cabildeando votos de cara a la votación de este lunes, en la que la Comisión Especial de 65 diputados creada por el Congreso para definir si existen méritos jurídicos para el probable juicio decidirá si aprueba en que su instructor recomienda darle continuidad al proceso.





