El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su par argentino, Mauricio Macri, inauguraron una nueva etapa de acercamiento, tras años de desencuentros y mutua desconfianza, al acordar un mayor intercambio comercial y cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Obama, a su vez, reconoció de forma implícita la vinculación de Estados Unidos con la dictadura militar que gobernó el país sudamericano entre 1976 y 1983, pero señaló en conferencia de prensa que su país "ha emprendido mucha autocrítica'' sobre el rol que tuvo en los años 70 en la región.





