El papa Francisco tendrá un lugar agradable para sentarse cuando se reúna con prisioneros en Filadelfia el próximo mes.
Los reos del sistema de correccionales de la ciudad han estado trabajando el último par de semanas en la fabricación de una silla de nogal tallada a mano. El lunes, otro grupo de prisioneros pulió, aceitó y dio acabado a la pieza, que tiene casi 1,8 metros (seis pies) de altura.





