Las epidemias de piojos son un problema frecuente, sobre todo entre los niños en edad escolar. Los piojos pasan de una persona a otra, por el contacto directo de las cabezas.
Dos niños contándose un secreto al oído, o dos familiares que se abrazan constituyen la situación ideal para que un piojo pase de una cabeza a otra.
Los piojos que aparecen en una almohada, un sombrero o el respaldo de una silla no pueden pasar a otra persona.





