La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que los gobiernos de los países afectados por la epidemia del ébola pueden verse obligados a imponer restricciones a la circulación de personas o con relación a reuniones o eventos públicos.
Así lo dijo la directora general de la organización, Margaret Chan, quien precisó que tales decisiones dependerán de la situación epidemiológica en cada lugar.