La casa de la enfermera María Torero es el hospicio de 175 gatos con leucemia felina que desde hace cinco años vagaban por vías y mercados de la capital de Perú, pues el Estado no tiene dinero para tratarlos.
Pese a tener los brazos llenos de arañazos que le hacen los felinos cuando los inyecta, esta madre de tres hijos está acostumbrada a respetarlos y su principal objetivo es darles calidad de vida en el tiempo que les quede.
Torero gasta unos 1,785 dólares mensuales. Además recibe donaciones.





