Un equipo de investigadores estadounidenses ha constatado cómo la administración de una hormona llamada goserelina en mujeres con un tipo de cáncer de mama, con receptores hormonales negativos, es un buen método para preservar su fertilidad, pese a la quimioterapia.
Este es uno de los estudios dados a conocer hoy a la prensa en la reunión anual de ASCO (Sociedad Americana de Oncología Clínica), centrada esta jornada en cómo mejorar no solo la supervivencia de los pacientes, sino su calidad de vida durante la enfermedad.





