El papa Francisco pidió hoy a judíos, cristianos y musulmanes que abran sus corazones y su mente para entender al otro, y pidió que nadie utilice el nombre de Dios para justificar la violencia, en un discurso en la Explanada de las Mezquitas.
El pontífice llamó desde ese lugar, corazón del conflicto de Oriente Medio, a la paz y la justicia y reclamó la figura de Abraham como ejemplo, ya que las tres religiones monoteístas lo reconocen como padre de la fe y ejemplo a imitar "si bien de manera diferente".





