El Real Madrid logró en Valencia tres puntos fundamentales para no descolgarse del Barcelona y del Atlético, en un encuentro en el que el Valencia le plantó más oposición de la esperada, sobre todo en la segunda parte, y le obligó a levantar dos igualadas para ganar por 2-3.
El equipo madrileño controló el balón, pero no brilló como en sus últimas visitas a Mestalla, y el equipo valenciano, con Nico Estévez en el banquillo en lugar del destituido Miroslav Djukic, fue un equipo con una intensidad que hacía tiempo no se veía en Valencia.