Algunos templos budistas de Japón han sido criticados por ofrecer un servicio que consiste en recibir por correo las cenizas de un difunto para que sean enterradas.
Este método, que se publicita en internet como sencillo y barato, está siendo motivo de un enfrentamiento legal entre los responsables de los templos y las autoridades locales, que en principio lo prohíben.





