De martes a sábado, dos brigadas de diez hombres se encargan de las labores de mantenimiento del Parque del Este de Amsterdam, un hecho que pasaría inadvertido, si no fuera porque esos hombres son alcohólicos y la entidad que les emplea les ofrece cerveza como pago.
Tras 35 años de trabajo en el ámbito de lo social, la fundación holandesa De Regenboog (El Arcoiris) dirige un proyecto tan pionero como heterodoxo en el tratamiento del alcoholismo.





