A este debate ni siquiera la religión es ajena. Sobre el tema, el párroco José Brutúa, de la iglesia María Auxiliadora de Pueblo Nuevo, se remitió al Catecismo de la Iglesia Católica, que toca la castidad y la homosexualidad.
El artículo 2357 establece que el origen psíquico de la homosexualidad permanece inexplicado y las Sagradas Escrituras las presenta como depravaciones graves y actos contrarios a la ley natural, pues cierran el acto sexual al don de la vida.