M e precio de ser lectora asidua, más por diversión que por aprendizaje, aunque en el camino de la vida algo de conocimiento quedó de lastre.
Tiendo a no distinguir el tipo de lectura, igual leo a un autor panameño que a uno extranjero; una novela, un cuento, un ensayo o un artículo de revista, amén de los periódicos. Paso de la pedantería de la intelectualidad.