Querida Moza. Te escribo, pues estoy pasando por una difícil situación.
He perdido mi trabajo y no sé cómo enfrentar todas las obligaciones económicas que tengo en mi hogar.
Tengo dos niños en la escuela, mi esposa está embarazada y las deudas me están ahogando desde hace dos meses.
Moza, a mis manos llegó una propuesta bastante indecente, pues un amigo me dijo que hay un grupo de mujeres mayores que contratan a hombres para que les sirvan de acompañantes en algunos eventos.