La osamenta encontrada la semana pasada en el río Caimito, entre Arraiján y La Chorrera, se presume corresponde a Lucila Ávila Jaén, de 35 años, cuya desaparición fue reportada por sus familiares desde el 2 de septiembre.
Fuentes del Ministerio Público informaron ayer que se procedió a llamar a la madre de Lucila, a fin de iniciar una prueba de ADN para confirmar o descartar la duda. Ávila Jaén era oriunda de Las Minas de Herrera.





