Moza, me gusta tu columna por los temas que tratas, y también por las soluciones que les ofrece a tus lectores.
Mi historia no es tan complicada, pero me gustaría tomar una decisión basándome en tus sabios consejos.
Resulta que hace un mes empecé a tratar a mi excuñado, luego de haber coincidido en una fiesta, conversamos sanamente de temas muy curiosos, y al parecer a él le gustó mi forma de ser.
Después de esa fiesta nos volvimos a encontrar en el supermercado, él amablemente me llevó a la casa, pues tiene carro.