Suiza derrotó ayer a Brasil por 1-0 en un amistoso jugado en Basilea gracias a un gol en propia puerta anotado por Daniel Alves en un error inexplicable, que fue corolario del estado de forma de pretemporada que lució la Canarinha.
Alves remató contra su portería con un testarazo inapelable, pretendiendo despejar un centro al área de Seferovic, pero el lateral derecho del Barcelona no tenía ningún oponente suizo alrededor que le forzara a tomar un riesgo de tal magnitud.