El reconocimiento de un hijo es el derecho del nuevo ser humano a estar legalmente reconocido por sus padres biológicos y a tener una identidad verdadera.
El niño que no esté registrado y debidamente reconocido pierde todos los derechos que derivan de su propia identidad, derechos alimentarios prenatales, derechos alimentarios hasta que cumpla los 18 años o 25 si continúa sus estudios, derecho a pertenecer a una familia y a relacionarse con sus familiares maternos y paternos, derecho a heredar o adquirir legados familiares, entre otros.