Hola, señora Moza, cómo está. Me gusta leer su columna, es por eso por lo que me atrevo a escribirle un problema que tengo desde hace varios meses.
Moza, resulta que ha llegado a mi vida una persona que hace tiempo había olvidado, se trata de mi primer novio, que por cierto lo conocí cuando estaba en el colegio.
De eso ya han pasado años, lo último que supe de él fue que se casó con una maestra, quien vive en Darién.
Ahora no sé qué ha pasado ni tampoco sé cómo hizo para contactarme, lo que sí es cierto es que no deja de llamarme, más en horas de la noche.