El mejor cerrador en la historia de las Grandes Ligas, Mariano Rivera, no esconde su gratitud con el talento que Dios le dio, e incluso asegura que su famoso cutter no le pertenece a él.
No me pertenece, pudo dárselo (Dios) a cualquiera, pero lo puso en mí, no para darle gloria a Mariano, sino al Señor, dijo el panameño a New York Magazine.
El Expreso de Puerto Caimito, además, explicó que todo lo que tiene y ha logrado es debido a la fuerza, amor y misericordia de Dios.